Empezó como un simple juego
de palabras,
una excusa tímida y casi
temerosa de decir
un camino hacia tu
horizonte, una huella decidida
sustantiva, sustentable y
consistente desde allí hasta aquí.
Aseveración clandestina, pretenciosa
y positiva de realidad
enfocada y objetivante de
cada una de las miradas,
que se mezclan pero no se confunden,
que se buscan aunque no se
encuentran oportunamente.
Ser o estar, ya no es
cuestión ni de tiempo ni de espacio
materializar cada uno de
esos irrenunciables momentos
que nos permiten afirmar
con despegada ilusión,
que la felicidad y la
soledad no son tan lejanas.
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