Un auto lujoso que pasó,
velozmente por la calle me despeinó
y me hizo recordar,
que no tengo ni un peso partido
por la mita’.
Porque el dinero lo gasté en favores
y la ética no paga deudas.
Mi cuenta corriente dice basta
y al dorso de mis cheques,
no puedo más.
Solo tengo en el haber
una canción, una canción para
disfrutar
en sol mayor.
22 de mayo de 1992
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