El escritorio me invita a escribir
la guitarra quiere cantar
todo invita a componer
hay paz y silencio, pero no puedo.
Las musas y los duendes
han partido de vacaciones
no dejaron recado alguno
aquí estaré esperando.
Mi mueble tiene estantes libres
esperando por tu llegada
aunque tu cepillo de dientes
y el mío aún no se conozcan.
Los rincones están aburridos
y miran pasar las horas
quién te dijo niña
que eso que sentías era amor.
De burlas y de juegos
nadie construye historias
no se puede dar cátedra de vida
cuando no se quiere vivir.
De presumidos y carentes
de tantas idas y venidas
solo por ser feliz
es que quiero seguir luchando.
13 de diciembre de
2001
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